Cada día los redactores de las revistas crean una tribu urbana distinta, y yo no sé que pasa con las barbas y demás, pero lo que si que tengo claro que el mundo artesanal que se ha puesto tan en boga me tiene loca. ¿Se puede una enamorar lo de las pequeñas ilustraciones que decoran los libros? Porque a mí a veces me pasa y pienso que nadie me entiende. Hace ya tiempo que topé con Bük , unos cuadernos hechos a mano en Buenos Aires, y me siguen encantando.
Soy una loca de los cuadernos, libretas y todo lo que tenga hojas para escribir. Cuando entro en las papelerías del barrio o en tiendas como Tiger me abalanzo sobre todo lo que hay. Empesas pequeñas como Bük, con una producción a pequeña escala y un cuidado de cada detalle inigualable, no pueden caer en el olvido.
Fotos de Inés Kyung
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